Hay momentos en nuestra vida, cuando parece que toda puerta se nos cierra. Momentos de dificultad, de enfermedad donde parece no haber esperanza, y los dictámenes humanos sólo confirman lo que temíamos, lo lógico, lo que era de esperar.
En momentos así pareciera que ni llorar sirve. Pero ante todo, hay algo que debemos recordar, y es que aunque todo parezca perdido, aún no ha dado si dictamen El que tiene la última palabra: DIOS.
Dios siempre ha sido, y sigue siendo la única, y en muchos casos la última esperanza para el ser humano, no importa cuán pecador éste sea.
Mientras aún respira el ser humano, siempre habrá una puerta abierta, y alguien esperando y dispuesto para recibirle y darle todo su amor: JESUCRISTO.
En momentos así pareciera que ni llorar sirve. Pero ante todo, hay algo que debemos recordar, y es que aunque todo parezca perdido, aún no ha dado si dictamen El que tiene la última palabra: DIOS.
Dios siempre ha sido, y sigue siendo la única, y en muchos casos la última esperanza para el ser humano, no importa cuán pecador éste sea.
Mientras aún respira el ser humano, siempre habrá una puerta abierta, y alguien esperando y dispuesto para recibirle y darle todo su amor: JESUCRISTO.
http://stanleygomez.blogspot.com
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