¿Jesús o Barrabás?

lunes, 8 de diciembre de 2014

«Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? ...pero todos a una respondieron: ¡Suéltanos a Barrabás y crucifica al otro!» Mt 27:17,21-22


Me pregunto: "Si los hijos de luz prefirieron al ladrón en lugar de al Señor, ¿cuántas más injusticias serán en los que andan en las mismas tinieblas?".

Han pasado dos mil años y aun hoy muchas personas se preguntan: ¿Cómo pudieron elegir al ladrón y malhechor, y pedir que crucificaran a Jesús? Sin embargo, aunque parezca contradictorio, por causa de la dureza de su corazón, la humanidad sigue dejando libre al ladrón y enviando al Cristo de la gloria a la cruz.

El mundo se anega cada día más y más en su pecado, se envanece en sus deseos y razonamientos egoístas, pese a haber recibido hace dos mil años la amorosa visita de un Salvador:

    «Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.» Jn 1.9

Durante ese tiempo, La Iglesia de Cristo ha llevado el Mensaje Salvador a todas las personas sin distinción, por todo el planeta. Pero, aunque la tecnología de hoy permite llegar a multitudes con más facilidad por medio de satélites, internet, radio y televisión, una gran parte de los seres humanos no parece despertar interés por las cosas del reino de Dios.

Si bien cada día aumentan los que se salvan, muchos más son los que se pierden por rechazar y despreciar la oferta gratuita de Cristo.

¡Qué contrariedad!

Cuando el conocimiento ha aumentado tanto en las personas, y hoy es fácil hacer clic en el buscador para encontrar la respuesta a todo, uno se pregunta: ¿cómo personas tan cultas e inteligentes, incluso en biblia, pueden optar vivir según sus razonamientos y distanciarse de los preceptos del Señor? Pero la respuesta la encontramos en La Palabra misma:

    «Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios,...» Ro 1.21-22

La Palabra dice que "la letra mata" (2 Co 3.6) y el conocimiento envanece (1 Co 8.1); no obstante, debemos buscar el conocimiento de Dios, ya que sin Él el Pueblo perece; pues El Señor se agrada del que busca conocimiento de Él.

La vida de piedad exige esfuerzo y sacrificio, es sin duda, el principal motivo por el cual el evangelio se anunció a los pobres (Lucas 7.22); pues la mayoría de ricos están habituados y acomodados a su estilo de vida que les brinda comodidad y placer, y no desean cambiarlo por uno piadoso y de sacrificios.

Es por ello que debemos estar atentos y velad, porque el enemigo de nuestras almas bombardea nuestros sentidos con toda clase de ofertas y distracciones, para que ocupándonos de ellas, divaguemos y busquemos menos del Señor, o quizá debería decir: Que no busquemos del Señor, y así vivamos distraídos y ocupados en las vanidades de este siglo.

    «Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

    Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.

    Antes bien, como está escrito:
    Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
    Ni han subido en corazón de hombre,
    Son las que Dios ha preparado para los que le aman.

    Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.» 1 Co 2.6-10

Barrabás fue liberado injustamente y Cristo condenado injustamente. No hagamos lo mismo, y busquemos la justicia de Dios; no nos acomodemos a las tendencias, preceptos e injusticias de este mundo, llamando a lo bueno malo y a lo malo bueno, y caigamos en la misma trampa mortal de los aquí ejemplificados.

¡Que Dios te bendiga!