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El gran engaño de la religión.

jueves, 28 de julio de 2011

Una reflexión social de cómo la religiosidad está afectando hoy en día a nuestros países, considerados con alto porcentaje de creyentes.
Mateo 3:1-10 RV60:

En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,

2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas.
4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre.

5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán,

6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: !!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?

8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,

9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

EL PASAJE BÍBLICO: Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: !!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, (Mateo 3:7-8 RV60).

Esta reflexión, aunque basada en dos pasajes bíblicos de Mateo capítulo tres, traigo los versos del 1 al 10 en el marco de la derecha para que usted pueda leerlos en su contexto.

Socialmente hablando, pensar que un país va a cambiar para mejorar porque todos sus ciudadanos son religiosos, es un gran error.

LÍDERES ESPIRITUALES EN TIEMPOS DE CRISTO:

La historia de Juan El Bautista es bien conocida entre la cristiandad, de cómo inició y finalizó su ministerio; pero el punto que ahora traigo a reflexión y que Dios puso carga en mí, es el hecho que venían a Juan de muchas regiones para ser bautizados; sin embargo, llama la atención que no es, sino "al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo" que Juan se enardeció; es decir, a ellos Juan dirigió esas palabras tan fuertes que hemos leído; a los expertos y maestros en Biblia, a los líderes de Israel, a los que se supone eran ejemplo en todo para agradar a Dios, a los más religiosos, a ellos Juan les dice: ¡generación de víboras!

Observe este detalle: Ellos no venían por curiosidad, venían a ser bautizados también. Pero... ¿por qué a ellos semejante ofensa?, esas palabras son muy fuertes considerando que tenían dominio completo de Las Escrituras.

Juan era un pregonero de justicia y no podría estar mintiendo o dando un discurso basado en emoción; las Escrituras afirman que Juan venía de Dios como profeta preparando el camino Del Cristo esperado por Israel de siglos, y que el espíritu de Elías estaba con El Bautista (Luc 1:17); de manera que Juan estaba hablando según verdad. Más adelante Cristo lo confirma en sus sermones para que el pueblo no caiga en las trampas religiosas.

La palabra "víboras" que Juan utiliza como ilustración para referirse al disfraz que usaban estos religiosos, seguramente la tomó de lo que vio en el desierto donde pasó gran parte de su vida preparándose para su ministerio. Un lugar donde las serpientes suelen permanecer en estado inmóvil a manera de ramas secas, esperando a que alguien se les acerque o las pise para atacar e inyectar su veneno, de esa manera cazan y sobreviven; una comparación nada agradable para los que se suponía eran los guías espirituales del pueblo de Dios.

Pero... ¿Qué tan errados podrían andar estos maestros de la ley?, no eran gente distraída o negligente para estudiar La Palabra como vemos hoy en las iglesias a muchos cristianos; esta gente era de la más estricta en los servicios religiosos. Imagine usted que los escribas, para hacer una copia de los escritos sagrados contaban palabra por palabra al finalizar para asegurarse de no haber cometido un error.

Por otro lado, los Fariseos eran gente acostumbrada a ayunar dos veces a la semana (Luc. 18:12), diezmaban hasta la más mínima bendición que recibían (Luc 11:42). El apóstol Pablo confiesa que era más estricto y celoso de las cosas de Dios en el judaísmo que sus contemporáneos (Gal. 1:14). Era un celoso apasionado cumpliendo los preceptos de Dios en La Ley al pie de la letra, según él, y estaba convencido que con ello agradaba a Dios y  un día estaría en El Paraíso.

Era para que estos maestros de la ley se llenaran de ira contra Juan el Bautista y contra Cristo al escuchar las palabras: ¡Hipócritas!, ¡sepulcros blanqueados!; ellos eran "diligentes" en todos los manuales de Las Escrituras, lastimosamente su corazón no era recto delante de Dios; los privilegios y el ritualismo habían creado en ellos una burbuja de arrogancia y vanidad que los hacía sentirse más importantes que las demás personas, descuidando así la justicia de Dios respecto de sus semejantes. Les gustaban los halagos y reverencia de la gente. Por eso Juan tuvo que decirles: "Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento," porque sus actitudes no eran acorde con su apariencia y profesaban ser; se habían adaptado y acostumbrado al privilegio, más que a la justicia.

Al final, vemos a los más altos dirigentes religiosos de Israel llenos de envidia contra Cristo al ver que estaban perdiendo seguidores, influencia y poder sobre el pueblo; lo cual, les motivó a buscar la forma de deshacerse de El Cristo Deseado y Esperado por siglos, que no supieron reconocer por causa de la ceguera espiritual que les había causado la religiosidad y celo "bíblicos". (Al pie de este post algunas sentencias que Cristo pronunció contra los Fariseos).

Pero, la pregunta sería: ¿Fue este mal sólo en los líderes religiosos de los tiempos de Cristo, o también se dará en nuestros tiempos?, y la otra ¿se dará sólo en los grandes guías espirituales, o es un problema de toda la cristiandad?, analicemos un poco esta situación.

CRISTIANISMO EN TIEMPOS ACTUALES:

¿Será que en nuestros tiempos las cosas son diferentes a la época de Cristo y de los Fariseos?

No hace falta ser investigador para darse cuenta de cómo se vive la fe hoy en día. En la mayoría de nuestros países el problema no es la falta de iglesias, misioneros o predicadores, sino la calidad de cómo vivimos el evangelio los cristianos.

Veamos un caso práctico de la vida real. En El Salvador predominan dos de las religiones más grandes en el mundo; algunos con un sentido del humor las han bautizado: La Cat y La Eva, y otros las llaman "La Catocha" y "La Vangélica" para referirse a la religión Católica Apostólica Romana y a la Iglesia Cristiana Evangélica. Cada una con sus propios preceptos que deben respetar sus seguidores. Ambas se jactan de tener La Verdad.

Una encuesta denominada: "La religión para las y los salvadoreños", realizada por el IUDOP y publicada en El Diario de Hoy el 13 de octubre de 2009, revela que el 38.2% se declara ser cristiano evangélico, en tanto que un 50.4% ser católico de los cuales sólo el 58.8% dijo ser practicante. Dicha encuesta también reveló que los evangélicos habían logrado duplicarse en los últimos 11 años; este aumento estaba compuesto por "ex-católicos" y "ex-no creyentes". Resulta interesante que el 99.5% de salvadoreños dice creer en Dios, y el 94.5% no tiene ninguna duda de su existencia.

Eso se confirma en los vecindarios en las jornadas de evangelización, encontramos que las familias generalmente pertenecen a alguna denominación cristiana evangélica o a la religión católica. Es frecuente ver evangélicos compitiendo o disputándose a las personas por llevarlas como invitadas a su denominación para alcanzar alguna meta sugerida por sus líderes. Vecindarios llenos de cristianos de diferentes denominaciones evangélicas, y hasta familias que no se hablan por causa de diferencias doctrinales, o simplemente por el orgullo de pertenecer a "la mejor o más grande congregación", que a mi juicio, es cuestión de ego y vanidad.

Vemos Evangélicos trabajando duro movilizando y evangelizando a las personas, lo cual está ¡más que excelente, todos debemos hacerlo!; lo malo es descuidar a nuestro cónyuge y a nuestros hijos por "preferir hacer la obra" cuando ellos son nuestro primer ministerio; descuidarlos es la causa por la que muchas veces no llegan al evangelio y experimentan resistencia. Con demasiadas actividades, terminan los servidores con los bolsillos desgastados, y afanados más en atender las actividades de la iglesia, que en atender las necesidades de los más necesitados a su alrededor.

EL GRAN ENGAÑO:

Creer que por cumplir preceptos religiosos celosamente vamos a heredar el reino de los cielos: Orar, leer la biblia, cubrirse la cabeza las hermanas, predicar, usar corbata, asistir puntual a los servicios, ofrendar, diezmar, ayunar, hacer vigilias, ser hijo o amigo del pastor; escuchar alabanzas de las mejores, de esas que lo hacen llorar a uno, de las que en verdad alguien pudiera decir: ¡esto sí que es música!, etc. Si hasta a los paganos les gusta la música de Jesús Adrián Romero y Marcos Witt y no por eso cambian su actitud, viven igual; no es el mensaje el que les gusta sino "la musiquita de balada romanticona" la que les recuerda los tiempos aquellos, cuando bailaban pegadito a su novia o con las chicas de la escuela o el vecindario.

Hacer todo eso y quedarse como dijo mi mentor en cierta ocasión: nada más al discurso, a las palabras sutiles, vacías y baratas; a vivir filosofando sobre cuestiones de un tal Jesús que nos ama, y "que no ve lo de afuera sino lo que hay en el corazón" sin dar evidencias de un arrepentimiento genuino; todo eso es lo que nos envuelve en una religión, que a la postre es inútil, sin valor, y que nos llevará a la muerte eterna si no damos los frutos que Dios espera.

PERO... ¿CUÁLES SON ESOS FRUTOS DIGNOS DE ARREPENTIMIENTO?

Acciones que valgan de verdad es lo que Dios nos demanda, de esa fe que se lleva en lo interior pero que se evidencia con nuestras actitudes. Acciones de justicia, no indiferentes a las necesidades de los demás, no vivir criticando al que se esfuerza, no regañando y murmurando, sino esforzados en imitar a Jesús, el Jesús de amor y acción, al Jesús Verbo como dijo por ahí cierto cantante.

Veamos una exhortación en La Biblia: "Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. (Santiago 1:26-27)

He visto creyentes leyendo su biblia cómodamente en los asientos de los autobuses, y no ser capaces de ceder su asiento a una anciana cuando viaja de pie, o a una madre embarazada y con su hijo de la mano, ¡por Dios santo!... Eso sólo por citar algunos ejemplos. En verdad... ¡Esto es el colmo!, y se dice por ahí que este es uno de los países con más evangélicos en el mundo, creo que mejor no sigo, no vaya a ser...

LA GRAN TRAGEDIA:


Vivir toda una vida esforzándonos por agradar a Dios, creyendo y hasta disputando "celosamente" con otros hermanos por ser más santos, pensando que seremos resucitados en aquel día para estar con Cristo (Mateo 7:22), y venir a despertar ante El Gran Trono Blanco solo para escuchar las palabras solemnes del Gran Juez: "Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." (Mateo 7:23). Los Fariseos estaban seguros, según ellos, que agradaban a Dios en todo, ¿no estaremos nosotros en igual condición ahora mismo? Este es buen momento para reflexionar sobre nuestra vida como creyentes.

Todas las religiones son un engaño, hasta la evangélica si nos quedamos únicamente a los ritos, normas, herencias, costumbres y tradiciones aunque con ello pretendamos "estar más cerca de Dios". La verdadera religión si así se le quiere llamar, es la que dice Santiago en 1:26-27.

Talvez no debí titular así esta nota, quizá debí titularla "EL AUTO-ENGAÑO DE LA RELIGIOSIDAD, O EL PELIGRO DE LA RELIGIOSIDAD", al final, el título es lo que menos importa. Lo que en verdad debe interesarnos, es vivir un evangelio de fe acompañado de actitudes que demuestren que en verdad somos Hijos de Dios.

Si desea compartir esta nota, puede hacerlo enviando el enlace o imprimiéndola.
Un abrazo.
http://stanleygomez.blogspot.com

Cuando los guardas del pueblo se corrompen.

martes, 26 de julio de 2011

DE PAÍS.

Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores (1 Tim 6:7-10).

Hace algunos días leí una nota en uno de los principales periódicos de mi país, en ella se aprecia una de las muchas causas por qué no progresa El Salvador.

En la nota periodística, se describe cómo algunos policías durante su permiso usaban el uniforme de la corporación policial y montaban retenes en lugares estratégicos y solitarios. Los mercaderes, al ver que se trataba de la policía, confiadamente accedían a detenerse y permitir el registro; resultando momentos después, víctimas de asalto por policías pero en su otro rol: ¡Verdaderos delincuentes!

Pero esto no sucede únicamente en El Salvador, como en muchos otros países, el crimen organizado parece haberse infiltrado en los gobiernos y corrompiendo a las autoridades mismas. Esta es la nota:

Arrestan a tres policías por robo furgones. Las investigaciones consignan que los policías participaron en cuatro atracos a furgones cuando se desplazaban entre La Libertad y Sonsonate. Los agentes simulaban un control vehicular. El año pasado, 274 policías fueron arrestados por diversos delitos. Leer la nota publicada »

Esa nota nos ayuda a comprender mejor por qué los ciudadanos, lejos de sentir confianza en sus autoridades, se limitan a callar y no denunciar cuando son víctimas de los atracos por parte de los delincuentes; pero... ¿cómo van a denunciar si saben que entre ellos está la gente corrompida que pasa información a los delincuentes?

Hombres que un día juraron respetar y hacer respetar las leyes, en quienes se depositó confianza para cuidar y proteger a sus conciudadanos, terminan vendiendo su identidad por unos cuántos $$$ dólares. ¡Ay el amor al dinero!

Eran más justos algunos soldados romanos que se acercaron a Juan El Bautista para pedirle consejo: "Y nosotros, ¿qué haremos?", a lo que El Bautista respondió: "No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario" (Lucas 3:14).

Ese mismo consejo de Juan está vigente hoy para todos; y debería estar escrito en las paredes de cada oficina gubernamental y en las nuestras:

"No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario" (Lucas 3:14)... porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. (Romanos 14:17)"

Después de La Iglesia Del Señor, las autoridades y gobernantes que deseen ver prosperar a su nación deberían ponerlo en práctica para gobernar con justicia. Pero... ¿cómo, de dónde si el Espíritu de Dios no está en sus corazones?, y aunque algunos sí son de los buenos, conocen a Dios y se esfuerzan por hacer lo correcto, se ven obligados a ceder ante la presión de los más poderosos y acaudalados.

Pero como dice un amigo mío: ¡BIENVENIDOS AL PLANETA TIERRA!

Este es el planeta en que vivimos: Un mundo que prefirió deshacerse del Cristo de la vida a como diera lugar, simplemente porque Su Enseñanza no encontró cabida en él. Un mundo donde prevalecen el egoísmo y el amor propio sobre los demás. Donde los poderosos simplemente mueven los hilos para manejar a las "masas", y mantener en secreto sus más descabellados planes; que por cierto, un día van a salir a luz ¡todos!

En este mundo, los pocos que intentan ser íntegros son intimidados por los malvados y corruptos. Donde los padres gimen y lloran porque al menos, se lleve a los tribunales al que asesinó a su hijo sólo por no ceder a incorporarse a la mara, o al pago de la mal llamada "renta".

Un mundo donde el pueblo de Dios sediento de justicia clama por las calles y en los templos: ¡Hasta cuándo Señor Jesús tendremos que soportar!... ¡Ven pronto Señor Jesús! (Apoc. 22:20).

Pero este tipo de hechos, en El Salvador son sólo una pequeña ilustración comparado con los elevados niveles de maldad y corrupción que rigen en las esferas del Estado, para desgracia nuestra. Pero, viene el día cuando nuestro Rey no vendrá más montado en un pollino manso y humilde como la primera vez; esta vez vendrá para regir a las naciones con vara de hierro. Por eso ¡Alégrate tú Iglesia Del Señor!, porque cada día que pasa está más cerca nuestra redención.

Mientras los intereses de los más poderosos prevalezcan en esta nación, jamás habrá justicia, así corra la sangre del pueblo a diario por las calles de un país, que desdichadamente y para deshonra lleva el nombre de "EL SALVADOR DEL MUNDO."

Que Dios te bendiga.

http://stanleygomez.blogspot.com

Los medios y el juzgar a los demás

martes, 31 de mayo de 2011

Con el surgimiento y desarrollo de las nuevas tecnologías, y la facilidad de acceso a la red, cualquiera de nosotros puede de manera fácil y gratuita, crearse un blog y comenzar a publicar todo cuanto sus dedos le permitan escribir, sea que no haya querido, o no le hayan permitido expresar en su círculo social. Desde un proyecto de vida o negocio, o bien la última noticia de su vecindario o su iglesia. Solo basta con echar un vistazo a la web para dar fe de ello, y encontrarnos un mundo sin fin de sitios que hablan, hasta de lo que va a morir la personalidad más importante del país.

Recuerdo la ocasión en que un catedrático nos dijo: Ustedes no saben nada porque no quieren, tienen al genio de la lámpara en sus manos: el internet. Pregúntenle y él les va a responder no tres, sino todas las preguntas que le hagan.

Pero, si bien los gigantes del internet como Google y Facebook entre otros, en nombre de la libertad de expresión nos permiten publicar nuestras ocurrencias, tampoco deberíamos usar estos medios como tribuna para escribir "en nombre de la verdad", pienso yo, ofensas o afirmaciones que desprestigien o dañen la imagen e integridad de otras personas, sólo porque no piensan o ven las cosas igual que nosotros. En todo caso, eso sería intolerancia y violencia, y es peor cuando se supone que la fuente que publica es "cristiana" o dice amar y ser seguidor de Jesucristo: El Príncipe de Paz.

Cada vez que publicamos algo, no sólo estamos expresando nuestro punto de vista, sino que, de alguna manera estamos influyendo en el lector a ver las cosas desde nuestra óptica; la cual, en la mayoría de los casos no es la mejor, o el margen de error es abismal. Por tanto, es mejor no juzgar a otros por el trabajo que hacen, aunque no lo estén haciendo como deberían a nuestro juicio.

Debido a ello, y conociendo Dios nuestra inclinación pecaminosa a juzgar a los demás, inspiró al apóstol Pablo a escribir lo siguiente en el Libro de Romanos:

"Algunos de ustedes dicen con orgullo que son judíos. Se sienten muy seguros porque tienen la ley de Moisés y están orgullosos de su Dios. Creen saber lo que Dios quiere, y cuando estudian la Biblia aprenden a conocer qué es lo mejor. Se sienten muy seguros al decirles a los pecadores lo que deben hacer para ser salvos. Y como tienen la Biblia en la mano, se creen maestros de los ignorantes y de los inexpertos, dueños de la verdad y del conocimiento.
Pero, ¿cómo pueden enseñar a otros si ustedes mismos no aprenden primero? ¿Cómo pueden enseñar que no se debe robar, si ustedes mismos roban? Dicen que todos deben ser fieles en el matrimonio, pero ustedes mismos son infieles. Odian a los ídolos, pero roban en los templos de esos ídolos. Están orgullosos de tener la Biblia, pero no la obedecen y son una vergüenza para Dios.
Tiene razón la Biblia cuando dice: La gente de otros países habla mal de Dios por culpa de ustedes mismos". Romanos 2:17-24 (Versión Lenguaje Actual).

En razón de lo anterior, bien haremos en guardar prudencia antes de publicar notas con juicios implacables, despiadados o destructivos contra nuestro prójimo sólo por atraer visitantes, recordando siempre las Palabras sabias del Maestro cuando dijo:

"Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado." Mateo 12:36-37 RV60.

No obstante, estos medios nos brindan una maravillosa oportunidad de encausar a otros al conocimiento de Jesucristo como Señor y Salvador Personal; pero también de expresar lo que pensamos o sentimos respecto de los que dirigen nuestra organización religiosa, sea por falta de tiempo o porque sencillamente no tenemos acceso a ellas, siempre que sea en un marco de cordura y respeto podría abonar en resultados positivos. Me consta que muchas empresas tambalean, porque existen detalles pequeños pero no menos importantes que no se toman en cuenta, porque sus gerentes los desconocen, o simplemente porque no hay quien los conozca y los comunique a la autoridad respectiva.

Ninguna institución es perfecta, incluyendo la iglesia. No hay congregación donde no hayan problemas; sin embargo, hay inquietudes que por lo delicado de las mismas, es mejor expresarlas directamente a las autoridades respectivas y no publicarlas en estos medios. Si bien pudiera atraer gran cantidad de visitas por curiosidad, esto podría causar más daño que beneficios en el pueblo de Dios; lo cual, en un futuro nos haría enfrentar a la justicia divina siendo piedra de tropiezo a los santos, y a los siervos del Altísimo. Que El Señor nos libre de actuar así.

En conclusión, el visitante debería encontrar reflejado el carácter de Jesús en cada publicación. Esa paz, ese amor, ese carácter afable pero firme de Cristo, amoroso para con todos los seres humanos, pero de rechazo a toda maldad e injusticia; pues, el rol social de la iglesia es intrínseco con cada creyente que nace de nuevo, y de sus frutos se benefician toda la comunidad, por cuanto todos somos seguidores de un Cristo de bien, cuyo título también es PRÍNCIPE DE PAZ, no de contiendas.

A paz nos ha llamado el Señor, no ha hacer más difícil la convivencia entre los seres humanos, en una sociedad que agoniza por la carencia de valores, y por la esperanza de un futuro mejor.

Líbreme El Señor de ser piedra de tropiezo con mis publicaciones; antes bien, Dios derrame abundantes bendiciones sobre su vida y los suyos, y reciba esa paz que sobrepasa todo entendimiento, amén.

http://stanleygomez.blogspot.com

Nuestra sociedad de mal en peor.

viernes, 27 de agosto de 2010

Meditaba acerca del señor que asesinó a su vecino en disputa por el parqueo de su vehículo; y realmente, uno puede comprender con mayor claridad la veracidad de La Palabra de Dios. Pues el problema no son las autoridades ni el gobierno, sino el corazón de las personas. Vivimos en tiempos difíciles, donde la sociedad misma se deteriora cada día por falta de valores y temor del Señor.

En este caso, las causas para cometer dicho asesinato fueron más que manifiestas: EL EGOÍSMO Y LA ENVIDIA. Y recordemos que el origen de todo homicidio es el mismo que condena La Palabra: El repudio. 1 Juan 3:15

Razón tuvo el Señor cuando dijo: No es lo que come lo que contamina al hombre sino lo que sale del corazón en Marcos 7:15

Y también dice en Santiago 4:1-3

1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no
pedís.
3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

En el caso acá referido el crimen se realizó, pero muchas veces nosotros también podemos tener la semilla que hace germinar el crímen: EL REPUDIO, EL ODIO. Y La biblia dice que tanto el que asesina como el que odia a su hermano, ambos cometen el mismo delito.

En 1 Juan 3:15 dice así: "Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él."

No podemos cambiar al mundo, si primero no cambiamos nosotros nuestro corazón.
No podemos tener paz con nuestros semejantes, si aún nosotros mismos no la tenemos.
Necesitamos la paz de Dios, y esa sólo se alcanza por medio del perdón de pecados; y ello sólo se obtiene por Jesucristo.

Cuidemos nuestro corazón y compartamos con los demás la paz que Cristo por medio del perdón de pecados, pero sobre todo, comencemos con los más cercanos a nosotros: Nuestra familia. Pues La Palabra dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida. Prv 4:23
¡Que Dios les bendiga!
http://stanleygomez.blogspot.com

Ni se le ocurra desafiarlos porque le va a llover.

martes, 2 de marzo de 2010

De interés para cristianos.
Hace algunos días escuché la siguiente conversación entre dos personas que conozco:

"En este país cada día está más terrible, ahora con eso que todo mundo dice ser cristiano y conocer la biblia, cualquiera recita pasajes de La Biblia y los interpreta a su conveniencia; todo mundo anda por ahí disque con la autoridad de Dios exhortando y diciendo verdades a los demás; tal parece que sus conciencia ya no los acusa de pecado, tiran la piedra con tanta frialdad, piedra que ni aún los fariseos de la época del Señor Jesús tuvieron el valor de tirar contra la mujer adúltera; así que don Celio, hay que tener cuidado de no desafiar a nadie con aquella frase que Cristo dijo: el que de vosotros esté libre de pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella (Juan 8:7) porque le aseguro que le va a llover, y no será agua. Todos dicen tener la razón con la biblia en la mano, ya ni la conciencia les remuerde; y si a usted se le ocurre decir: el que esté libre de pecado tire la primera piedra, esté preparado porque no serán piedras, sino peñazcos los que le van a caer."

El párrafo anterior no es un poema, tampoco un extracto de telenovela recortado de alguna revista por ahí, es una conversación entre personas no cristianas de la vida real en El Salvador; y es que las personas tienen toda la razón, están cansadas de que les "filosofen" sobre cuestiones de un tal Jesús que las ama, pero que si no se arrepienten las enviará al infierno; el problema no está en las personas que desean encontrar respuesta a su problema o enfermedad en ese Dios de poder que decimos predicar, tampoco el problema está en el evangelio de Cristo, el problema somos los que decimos ser seguidores de ese Cristo de poder, de amor y de misericordia; el problema está en los que decimos ser hijos de luz, pues, al no vivir conforme a La Palabra de Dios, venimos a ser piedra de tropiezo, por la cual estas personas no quieren saber nada del evangelio, y con justa razón; y hacemos que La Palabra de Dios sea blasfemada (Tito 2:5)

Vivimos en la era de la alta tecnología, y pareciera que nos hubieran implantado el chip de juez, nos fascina andar juzgando a medio mundo, logrando con ello desviar la atención de las personas a manera de cortina de humo para que no miren nuestros errores, olvidando además, que cuando nuestro dedo señala hacia nuestro prójimo, cuatro se encargan de señalarnos a nosotros.

Da tristeza ver escenas como estas, pero, mientras no haya una conciencia plena de lo que en verdad significa ser un cristiano, mientras sigamos pensando que ser cristiano se limita a estar encerrados en un local de cuatro paredes para celebrar nuestros servicios de adoración a Dios, o tener un blog para disque "señalar los errores de las iglesias"; mientras no seamos consecuentes con una vida que refleje el amor de Cristo hacia los demás, nuestras ciudades estarán llenas de iglesias, pero no de paz, habrán más denominaciones cristianas evangélicas pero igual, más divisiones y rivalidades. Habrán campañas y eventos evangelísticos, pero igual, también habrá creyentes disputándose a los nuevos conversos para llevarlos a su iglesia y ser la denominación más grande en la ciudad y el país. Aunque saturemos los servidores de internet con videos y audios mp3 de predicaciones y alabanzas evangelísticas, siempre habrán amadores de si mismos, jactanciosos y arrogantes vanagloriosos queriendo siempre ser protagonistas en todo tipo de temas que despierten el interés de las demás personas aunque sean temas hojarasca.

Hablemos menos, hagamos más, seamos servidores,  no nos hagamos maestros a nosotros mismos sabiendo que traeremos mayor condenación (Santiago 3:1).

En lugar de jactarnos de tener más visitas o ser la más grande congregación, en lugar de esperar que nos hagan alfombra de flores y ser admirados por los demás, más bien deberíamos rasgar nuestras vestiduras y sobre ceniza como lo hicieron los hombres de Dios del ayer proclamar ayuno y oración, para que un verdadero avivamiento venga sobre nuestra nación. En lugar de desear ser los primeros, los más populares o los mejores, deberíamos decir como Juan El Bautista: "Es necesario que yo mengue, y que Él crezca (Juan 3:30).

¡Si alguno está libre de pecado, ... No tire piedras por favor, ya suficientes nos han tirado hasta hoy!

¡Que Dios le bendiga!
http://stanleygomez.blogspot.com