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Si puedes sobrevivir, tienes que recordar que te amo

jueves, 15 de diciembre de 2011

Compartida por Isabel Jimenez y Ral Crux.

Después del terremoto en Turquía, cuando los rescatistas comenzaron a buscar sobrevivientes entre las ruinas de la casa de una joven mujer, vieron el cuerpo de ella por uno de los orificios de las ruinas de la casa. Les pareció extraña la postura del cuerpo, estaba sobre sus rodillas y su cuerpo hacia adelante como cuando una persona se arrodilla para adorar, con el rostro hacia el suelo; su cuerpo estaba inclinado hacia adelante y sus manos estaban sujetas a algún objeto. El peso de la casa quebró su espalda y su cuello.

Con mucha dificultad, el líder del equipo de rescate puso sus manos y brazos para ver si la mujer aun estaba con vida. Pero la dureza del cuerpo y la temperatura del mismo, anunciaban que la mujer había muerto. El tenía la esperanza de que la mujer aun estaría con vida. Él y su equipo salieron de las ruinas de la casa para seguir su trabajo en busca de más víctimas. Por alguna razón, el líder del equipo sintió una necesidad enorme de regresar a donde el cuerpo de la mujer se encontraba. Una vez más se arrodilló y puso sus manos en el espacio que les permitía alcanzar el cuerpo y decidió de revisar debajo de ese cuerpo sin vida. Instantáneamente empezó a gritar: "¡Un niño! ¡Hay un niño aquí!"

El equipo entero regresó para cuidadosamente remover los escombros alrededor del cuerpo de la mujer. Ahí encontraron un niño de 3 meses de edad envuelto en una frazada estampada con flores debajo del cuerpo de la madre. Obviamente, la mujer hizo su ultimo sacrificio por salvar a su hijo. Cuando la casa comenzó a caer, ella uso su cuerpo para proteger a su hijo. El pequeño niño aun dormía cuando el equipo lo levanto de los escombros.

El doctor del equipo vino enseguida a revisar al pequeño. Una vez que abrió la frazada, vio un celular dentro. Había un mensaje de texto en la pantalla que decía: "Si puedes sobrevivir, tu tienes que recordar que TE AMO". El celular pasó por cada uno de los miembros del equipo de rescate. Cada persona que leyó el mensaje, no pudo más que llorar.

"Si puedes sobrevivir, tu tienes que recordar que te AMO".


Cuán grande es el amor de una madre por su hijo!, imaginemos ahora la grandeza del amor de Dios por la humanidad.

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Mat 7:11

...pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Ro 5:8

Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Jn 3:16

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Actitudes que afectan la vida de los demás

lunes, 24 de octubre de 2011

Tomado del correo electrónico.

Para triunfar en la vida, hay que hacer triunfar a los demás. Una actitud de parte nuestra puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte; para ilustrar este pensamiento traigo a continuación dos historias que tomé del correo electrónico, por lo valioso de su contenido.


Historia I:

Un niño entró a la sala de emergencia del hospital tras haber sido atropellado.

El motorista que lo auxilió, al solicitarle que efectuara el depósito necesario para atender al niño, informó que en ese momento no tenía efectivo o cheque que pudiera dejar en garantía; pero que si el hospital aceptaba, efectuaría el depósito a primera hora de la mañana.

La enfermera, ante la imposibilidad de ordenar que el niño fuera atendido, fue a consultar el caso con uno de los directores del hospital, que justamente esa noche estaba de turno.

El doctor se negó a dar la orden de atenderlo, hecho que condujo a la muerte del niño en estado de gravedad.

Momentos después, cuando el médico fue llamado para firmar el deceso del niño, descubre que éste era su hijo, quien pudo haberse salvado si hubiese sido atendido. Imagine usted la cara que puso el doctor al darse cuenta de ello.


Historia II:

Antonio, un padre de familia, cierto día cuando regresaba del trabajo, se encontró con un embotellamiento de tránsito infernal y notó que un señor conducía apresuradamente, cortándole el paso a todo el que podía al tratar de abrirse paso entre los vehículos.


Cuando se aproximó al carro de Antonio, se le atravesó de una manera tan brusca que por poco ocurre una colisión. En ese momento, Antonio tuvo deseos de insultarlo e impedirle el paso, pero luego pensó: - ¡El pobre está tan nervioso y apurado!... ¡Sabrá Dios si tiene un problema serio y necesita llegar cuanto antes a su destino!

Con estos pensamientos, detuvo por completo su auto y lo dejó pasar. Al llegar a casa, Antonio recibió la noticia de que su hijo de tres años había sufrido un grave accidente, y había sido llevado al hospital por su esposa.

Inmediatamente se dirigió al hospital; al llegar, su esposa corrió a sus brazos y lo tranquilizó diciéndole: - Gracias a Dios todo está bien. El médico llegó justo a tiempo para salvar la vida de nuestro hijo; ya está fuera de peligro.

Aliviado, Antonio pidió hablar con el médico para agradecerle. Cuál sería su sorpresa cuando vio que el médico era ese señor nervioso y apurado a quien le había cedido el paso casi una hora antes.


Enseñanza:

Debemos estar siempre dispuestos a ayudar al prójimo, independientemente de su apariencia o condición económica.

Procuremos ver a los demás más allá de las apariencias. Imaginemos que, detrás de esa actitud que no entiende, existe una historia, un motivo que puede llevar a esa persona a actuar de una manera determinada; quizá a veces no sea un motivo justificable pero... Siempre hay un motivo.

Que pasen un lindo día!

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La Telaraña

lunes, 12 de septiembre de 2011

Un hombre que huye de unos malhechores, se refugia en una caverna de muchas que había. Los ladrones comienzan a buscarlo mientras él ora al Todopoderoso: Padre haz un milagro para que la entrada sea tapada y no me encuentren. Una araña comienza a tejer en la entrada, mientras el angustiado hombre reclamaba protección al Señor.

Para cuando los ladrones encuentran la caverna del hombre, la araña había terminado de tejer su telaraña en toda la entrada de la caverna. El hombre no comprende por qué Dios no le ayuda y ve su vida en peligro. Se escucha la siguiente conversación: Entremos a esta, el otro contesta: No es necesario porque hasta telarañas hay, por tanto no pudo haber entrado ahí mejor dejémos esto y vámonos.

MORALEJA: Esta historia la encontramos en diferentes versiones pero las enseñanzas que podemos sacar de ella son las mismas y diversas, a mí me fascinó, pues me hace reflexionar en lo siguiente:

1. Dios escucha la oración del afligido.
2. No siempre recibirás las cosas como las pides.
3. Dios sabe lo que es mejor para tí.
4. A veces no comprendemos por qué Dios hace lo que hace.
5. Dios tiene control de todo.
6. Dios no necesita una muralla para protegerte de los peligros, le basta una arañita.
7. Dios siempre llega a tiempo.

Un saludos a todos/as.

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