¡Todo está escrito... Estamos avisados!

jueves, 30 de agosto de 2012

En los postreros días veremos y oiremos rumores de guerra entre naciones, tal es el caso de Irán contra Israel; y recordemos que Israel es el reloj profético de Dios.

Vale la pena monitorear lo que está sucediendo en esa zona, para mantenernos firmes y atentos, mirando cómo las profecías de Nuestro Señor se van cumpliendo una a una ante nuestra mirada.

Una de las profecías más solemnes que el Señor Jesucristo pronunció fue: "oiréis de guerras y rumores de guerras".

Pero tranquilos(as)...

El Pueblo de Dios tiene promesa, y en ese mismo pasaje Cristo da una palabra de aliento cuando dice: "mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin".

Dios cuida de Sus Hijos, pero dijo claramente que estas cosas necesariamente deben suceder primero.

Éstas son las palabras pronunciadas por El Maestro:

Mirad que nadie os engañe.

Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.

Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.

Y todo esto será principio de dolores. Mateo 24:6-8

Leer noticia:
EE.UU. envía su portaaviones nuclear a vigilar "la amenaza" iraní.

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Que tu esperanza sólo esté en Dios, Tu Salvador.

Sólo Dios conoce lo que hay en el corazón de cada persona; en la mayoría de casos, ni la persona misma lo sabe.

Por ello, El Señor nos manda a confiar nuestra vida únicamente en Él; no considerar Su Consejo, nos traerá decepciones.
Les comparto una lectura relacionada:

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.

Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. Jeremías 17:7-10

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