Cuando el afligido clama...

sábado, 17 de enero de 2015

No te ensañes contra tu prójimo, y menos contra un verdadero Hijo de Dios, no sea que al no poder hacerte frente y agotándose su paciencia, traiga su causa ante su Señor, el cual es Dios Fuerte; entonces... ¡Estarás en serios problemas!

He visto injuriosos ensañarse contra personas humildes sólo porque son de otra fe. He visto hacerles guerra psicológica y hasta agredirlos físicamente; pero estas personas al principio fuertes y arrogantes, no han tenido un final feliz; no porque el hermanito haya tomado represalias contra ellos, sino, porque al verse impotentes clamaron a Su Dios, y Él los escuchó haciendo que las circunstancias se revirtieran.

Nuestro Dios es un Dios de amor, y no se agrada de las injusticias de los hombres contra sus semejantes, porque somos hechura Suya (Ef 2.10) creados a imagen y Semejanza del Dios Viviente (Gn 1.26).

Escrito está en Su Palabra:

    «En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.» Sal 18.6

    «Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.» Sal 37.5

    «A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.» Ex 22.22-24.

    «Porque tú salvas al pueblo afligido, Mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos.» 2 Sa 22.28

El Señor nos dé un corazón entendido y lleno de misericordia para con nuestros semejantes.

Dios te bendiga.