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Sacando provecho de la crítica.

lunes, 26 de mayo de 2014

Siendo que no podemos evitar la crítica, podemos aprender de ella evaluando aquellas áreas que merezcan ser corregidas para ser mejoradas.

Nunca debemos renunciar a nuestras metas e ideales; porque, si bien enfrentaremos oposiciones en la vida, también encontraremos personas dispuestas a brindanos su apoyo incondicional; esas personas son las que Dios va poniendo en nuestro camino, y debemos agradecer por ello.

Pero por sobre todas las cosas, debemos esforzarnos por amar a Dios y agradarle en todo cuanto nos sea posible, ese debe ser nuestro ideal máximo. Lo demás, como dijo alguien, es música de fondo.

«El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.» Eclesiastés 12.13-14.

Así que, ¡ánimo y adelante!

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Actitudes que afectan la vida de los demás

lunes, 24 de octubre de 2011

Tomado del correo electrónico.

Para triunfar en la vida, hay que hacer triunfar a los demás. Una actitud de parte nuestra puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte; para ilustrar este pensamiento traigo a continuación dos historias que tomé del correo electrónico, por lo valioso de su contenido.


Historia I:

Un niño entró a la sala de emergencia del hospital tras haber sido atropellado.

El motorista que lo auxilió, al solicitarle que efectuara el depósito necesario para atender al niño, informó que en ese momento no tenía efectivo o cheque que pudiera dejar en garantía; pero que si el hospital aceptaba, efectuaría el depósito a primera hora de la mañana.

La enfermera, ante la imposibilidad de ordenar que el niño fuera atendido, fue a consultar el caso con uno de los directores del hospital, que justamente esa noche estaba de turno.

El doctor se negó a dar la orden de atenderlo, hecho que condujo a la muerte del niño en estado de gravedad.

Momentos después, cuando el médico fue llamado para firmar el deceso del niño, descubre que éste era su hijo, quien pudo haberse salvado si hubiese sido atendido. Imagine usted la cara que puso el doctor al darse cuenta de ello.


Historia II:

Antonio, un padre de familia, cierto día cuando regresaba del trabajo, se encontró con un embotellamiento de tránsito infernal y notó que un señor conducía apresuradamente, cortándole el paso a todo el que podía al tratar de abrirse paso entre los vehículos.


Cuando se aproximó al carro de Antonio, se le atravesó de una manera tan brusca que por poco ocurre una colisión. En ese momento, Antonio tuvo deseos de insultarlo e impedirle el paso, pero luego pensó: - ¡El pobre está tan nervioso y apurado!... ¡Sabrá Dios si tiene un problema serio y necesita llegar cuanto antes a su destino!

Con estos pensamientos, detuvo por completo su auto y lo dejó pasar. Al llegar a casa, Antonio recibió la noticia de que su hijo de tres años había sufrido un grave accidente, y había sido llevado al hospital por su esposa.

Inmediatamente se dirigió al hospital; al llegar, su esposa corrió a sus brazos y lo tranquilizó diciéndole: - Gracias a Dios todo está bien. El médico llegó justo a tiempo para salvar la vida de nuestro hijo; ya está fuera de peligro.

Aliviado, Antonio pidió hablar con el médico para agradecerle. Cuál sería su sorpresa cuando vio que el médico era ese señor nervioso y apurado a quien le había cedido el paso casi una hora antes.


Enseñanza:

Debemos estar siempre dispuestos a ayudar al prójimo, independientemente de su apariencia o condición económica.

Procuremos ver a los demás más allá de las apariencias. Imaginemos que, detrás de esa actitud que no entiende, existe una historia, un motivo que puede llevar a esa persona a actuar de una manera determinada; quizá a veces no sea un motivo justificable pero... Siempre hay un motivo.

Que pasen un lindo día!

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Es más fácil desintegrar un átomo

martes, 19 de enero de 2010

Hola, gracias por visitar mi blog, siempre será bienvenido(a).

Deseo compartir algo relacionado con el poder que hay en las palabras que emanan de nosotros, sean estas escritas o pronunciadas, es lo mismo, siempre vendrán del corazón de la persona que las pronuncia o escribe. Aunque he abordado este tema en publicaciones anteriores, nunca será suficiente un sólo post.

Esta vez me llamó la atención una frase del reconocido científico Albert Einstein: "Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio."

Desde el punto de vista científico, se sabe que "átomo" es la unidad más pequeña que forma la materia y que puede participar en una combinación química. Según el diccionario de la Real Academia Española, "prejuicio" es una opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal. Similar a juzgar algo previamente, sin tener todos los elementos para ello disponibles.

Todos guardamos conceptos pre-concebidos desde la niñez. Sin excepción, de alguna manera somos influenciados por el medio que nos rodea. Así por ejemplo, desde la infancia son nuestros padres los primeros en transmitirnos los conceptos fundamentales, que por lo general, nos marcarán para toda la vida. Pero no sólo en el hogar recibimos formación, tambien se involucran la iglesia, el colegio, los amigos, etc, contribuyendo en nuestra formación, y en nuestra forma de pensar.

Sin embargo, todo el tiempo estamos recibiendo información; nuestro cerebro es un escáner incansable, que por medio de la vista siempre está absorbiendo datos, captando y procesando imágenes y conceptos que almacena, para luego utilizarlos por medio de la memoria. Podría decirse que toda la vida estamos aprendiendo.

Esto lo saben y de ello se aprovechan los que trabajan en ventas, empresas publicitarias, líderes religiosos, políticos, psicólogos, psiquiatras, etc, y por eso se especializan para hacer llegar su mensaje a mayor audiencia, utilizando los medios masivos de comunicación desarrollados hasta hoy, tales como: Radio, TV, Prensa, Internet, Satélites entre otros.

Algunos conceptos almacenados es fácil modificarlos, en otros casos es más fácil desintegrar un átomo, tal es el caso de "los prejuicios." Generalmente estos se forman por un comentario negativo de alguien contra una persona; una palabra mal pronunciada contra otra persona fue suficiente para crear en una audiencia un concepto que podría almacenarse para toda la vida en la mente de quien se lo forma; y lo que podría ser peor, un comentario pronunciado bajo los efectos de la ira, el enojo, el odio o el resentimiento, podría afectar la imagen y la honorabilidad de una o varias personas, o inclusive de una o varias organizaciones.

En este sentido es asombrosa la declaración hecha por Einstein como científico, Dios lo había dicho miles de años antes en Su Palabra de esta manera: "Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros, que con un fatuo en su necedad." Proverbios 17:12

Debemos tener mucho cuidado al hablar o publicar material que afecte a otras personas, porque podríamos afectar a otros negativamente de por vida, y a lo mejor injustamente. Si son creyentes los afectados ¡ay, ay, ay!, nos podría ir peor.

"De toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado." (Mateo 12:36-37).

Lea la sentencia que pronunció El Maestro contra todo aquel que sin reparo, con tal de satisfacer sus sentimientos pasionales contra otro, hace o dice algo que afecte a un creyente: "Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar." Mateo 18:6

Dejaremos hasta aquí este post, espere pronto otro tema similar. Espero que este haya sido de edificación para su vida.

Que Dios le bendiga.
http://stanleygomez.blogspot.com

Sobre los comentarios que nos hacen.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Apreciados lectores:

Quiero compartirles un tema del que nunca he escrito, y tampoco he visto a alguien hacerlo hasta hoy; se trata de los comentarios que nos escriben ustedes, de los cuales el 98% están a la vista.

Seguramente han notado que la mayoría están moderados, pues cuando usted envía uno en cualquier blog del grupo, aparece el texto que dice: Se ha guardado su comentario y podrá visualizarse una vez que el propietario del blog lo haya aprobado." La pregunta sería ¿por qué es necesario moderarlos?

En primer lugar, estoy consciente que no soy un "sabelo-todo", ni pensarlo; tengo errores y mucho que aprender del Señor y de ustedes; sin embargo, lo poco aprendido hasta hoy en los caminos del Señor, es lo que trato de compartir con cada uno.

Cuando publico un tema, sé que lo hago para un amplio público en todo el mundo; pues el internet no conoce barreras. Algunos de ustedes son eruditos académicamente respetables: Teólogos, profesionales, hombres de negocios, etc. Algunos son creyentes buscando ser edificados o reconciliados con Dios, otros curiosos acerca de los cristianos, y otros probablemente ateos buscando justificarse. Algunos son diestros en usar la tecnología especialmente si de  informática se trata, otros con dificultad utilizan la computadora y entran a internet. Algunos muy sabios, prudentes y educados, otros no tanto.

No ha faltado quien dice las verdades de manera directa, cruel y despiadada; pero todos tienen oportunidad de someter a crítica nuestro material publicado.

Personalmente no publico comentarios faltos de respeto, prejuiciados, ofensivos o con amenazas; pues, pienso que no traerían ningún provecho para las demás personas; ya que dañarían, prejuiciarían o difamarían a alguien.

A juzgar por la mayoría que nos escribe, me llena de alegría y satisfacción saber que algún provecho espiritual han obtenido de este esfuerzo de Grupo; pero no todo es dulces y chocolates; si bien nos felicitan, nos animan, nos dan consejos y sugerencias, no ha faltado quien nos insulta; y algunos hasta se atreven a amenazar. Pero El Señor nos defiende y fortalece.

Igual que lo hago, todos pueden expresar su opinión en estos medios; de otra manera, hubiéramos desactivado las opciones para comentarios; pero les animo a hacerlo con respeto, pues lo que ustedes escriban, será visto por miles de personas de cualquier nacionalidad, raza, sexo, estatus social o religión.

Hay verdades que hieren y lastiman, por eso es bueno aprender a decir las verdades con amor. Este servidor, ha tenido que "aprender a aprender", aunque suena redundante, es la verdad; inclusive en ocasiones he sido implacable al decir verdades que han lastimado a otros; pero nunca es tarde para aprender a corregir.

Dicen por ahí que "no es lo que se dice, sino cómo se dice", y también "las verdades dichas con amor (1 Corintios 13) es como si las sirvieran con pan y chocolate, se digieren mejor" (ese dicho yo me lo inventé, creo); y es que hasta el trabajador necesita aprender a reclamar sus derechos en la empresa.

El Señor Jesucristo, en su cátedra sobre relaciones humanas dijo: Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mateo 7:12

Y en cuanto a la forma en que debemos hablar también fue firme al decir en Mateo 12:35-37: Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.

Y en otra ocasión dijo el Maestro: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. Mateo 15:11

Considero que aceptar consejos y sugerencias, definitivamente los sabios lo hacen (Prov 9:8-9); y es buen signo de madurez entre aquellos que aprenden a recibir la crítica para mejorar; sin embargo, a veces podría no estarse preparado para recibir la crítica dura, pues, ¡a quién no le gusta que le digan: "Qué lindo está lo que hace, lo felicito!", pero cuando es lo contrario, como que no es muy agradable.

Siempre que publicamos algo estamos expuestos a la crítica, y es una buena manera de madurar y aprender humildad; reconocer y aceptar que no todos pensamos igual; sin embargo, es ahí donde tenemos que aprender a hacer de La Palabra de Dios nuestro regente inconmovible.

Nuestros temas son variados; en mi caso particular, algunos son breves pero cargados de pasajes bíblicos para guiar a los lectores a conocer mejor Las Escrituras, otros son experiencias personales vividas como creyente en mi relación con Jesucristo; sin embargo, eso no quita a un cristiano la facultad de abordar temas sociales desde un punto de vista subjetivo, y con propósito de despertar conciencia sobre algún tema de interés para la iglesia, o para la sociedad en sí misma.

El Señor en Su Palabra llama a los creyentes a vivir equilibrados, y a ser luz en medio de las tinieblas (Mateo 5:13-16 Vosotros sois la sal de la tierra, ...vosotros sois la luz del mundo... Así alumbre vuestra luz delante de los hombres...) Como cristianos no hemos sido llamados a aislarnos, sino a relacionarnos con todas las personas, y a tratar con ellas como lo hizo Cristo; a ser sobrios y equilibrados (1 Tes. 5:6; Tito 1:8; 2:2,12; 1 Pedro 1:13; 4:7; 5:8), lo cual implica también ser dueño de si mismos, es decir, tener control sobre nosotros mismos y no dejarnos arrastrar por pasiones egoístas de iras y vanas contiendas.

Por la razón anterior, ser cristiano no es algo digno de avergonzarse, todo lo contrario, somos un pueblo especial: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. 1 Pe 2:9-10.

En la actualidad hay entre nosotros personas cultas, médicos, abogados, enfermeras, empresarios que llevan una vida piadosa, y son de bendición para los más necesitados en la congregación; muchos de los cuales son amigos personales míos, además de hermanos en Cristo Jesús; como también lo hubo en tiempos de la iglesia primitiva hombres cultos y ricos. Ejemplo de ello tenemos al evangelista e historiador doctor Lucas, Filemón, etc.

En conclusión, el hombre de Dios debe estar preparado para toda buena obra (1 Timoteo 3:16-17).  Un ejemplo sería si al Presidente de una nación poderosa (o de la suya) se le ocurriera buscar consejo entre los cristianos para una decisión difícil que afectaría a millones de personas, ¿seríamos los creyentes capaces de asesorarlo sabia y equilibradamente, es decir, conforme al corazón de Dios, o saldríamos huyendo porque el presidente no es cristiano? Por tal razón debemos abrir nuestra mente a todo el panorama, y como bien lo dice La Escritura: Examinadlo todo; retened lo bueno. 1 Tes. 5:21. El mismo Rey Salomón dijo: Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo... Miré todas las obras que se hacen debajo del sol... Eclesiastés 1:13-14

Que El Señor nos ayude a todos.
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