Este Ministerio, coordinado por nuestro hermano Marco Marin Parra, desde la pequeña ciudad costera de Lysekil, en Suecia, hace convocatorias de oración todos los VIERNES; invitando y hermanos y hermanas de cualquier parte del mundo a unirse a interceder por las necesidades de sus conocidos y que más aquejan a la humanidad.
Es indispensable orar, es necesario orar por las necesidades nuestras, como por las de nuestro prójimo; pero también es necesario enseñar a orar a los hermanos, para asegurarnos que la oración se haga en forma apropiada, y sea recibida por El Señor, aquí hay una lista breve de 6 puntos que pudieran considerarse.
1. En primer lugar, hay que estar conscientes con quién vamos a hablar: Con El Creador, con El Todopoderoso, con El Rey del universo; y por tanto, merece toda reverencia y respeto al hablar con Él. Todos nuestros sentidos deben estar enfocados en ese hermoso diálogo.
2. Es importante que estemos conscientes y seguros que Él nos estará escuchando, de lo contrario, nuestra oración no tendrá efecto.
3. Al comenzar a hablar, siempre es importante dirigir nuestra oración AL PADRE, pues así nos enseñó Cristo.
4. Debemos pedir que su reino sea extendido y exaltado Su Nombre en la tierra; para lo cual es importante apoyar los ministerios que proclaman Su Evangelio para que todos los seres humanos conozcan a Cristo, y siendo nosotros mismos gente de paz.
5. No debemos olvidar que, en todo, siempre es importante decirle al Señor, que se haga siempre Su Voluntad.
6. Alabarlo y exaltar Su Nombre al orar es indispensable. No es correcto sólo pedir; pues, aún en nuestra relación con nuestros semejantes es mal visto el que sólo pide. Al Señor le agrada la alabanza.
7. Siempre es importante pedir perdón al Señor por nuestras faltas y pecados cuando oramos; y también por las ofensas cometidas contra nuestro prójimo. Muchas oraciones no son contestadas favorablemente, por causa de pecados no confesados.
8. Si hacemos una promesa en oración, debemos cumplirla inmediatamente según lo prometido. Un error común de gente que ora es prometer en la angustia, y cuando Dios contesta, se olvidan y no cumplen a Dios lo que le prometieron. El Señor no pasará por alto esta ofensa.
9. Al interceder por otra persona, siempre es importante identificarse con esa persona, sentir el dolor que siente esa persona y gemir en súplica en el lugar mismo de la persona enferma.
Hay muchos más detalles que podemos considerar partiendo de la oración modelo que nos legó Nuestro Señor Jesucristo, revisemos esa oración:
Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Mateo 6:9-13
Encuentre oraciones grabadas en la red en el sitio de Orientaciones Bíblicas, y sea usted también parte de este gran proyecto que nació en el corazón de Dios.
Porque en la oración es la llave que abre las ventanas de los cielos.
¡Que El Señor te bendiga!
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