Hoy quiero compartir una experiencia de mi vida personal, que igual a las anteriores, ésta también marcó mi vida para siempre; y no sólo la mía, sino la de mi esposa también. Esta historia está relacionada con la chispa que encendió la mecha y nos impulsó para que propusiéramos en nuestro corazón buscar una iglesia donde congregarnos.
Era un sábado, me preparaba para ir a la oficina. Al acercarme a la puerta, nuestra vecina de al lado que era cristiana, estaba escuchando en su grabadora una alabanza de los hermanos Chacón, la alabanza que escuchaba era "YO TENGO UN SALVADOR".
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Normalmente hubiera salido como de costumbre, pero esta vez algo llamó mi atención: ¡Mi esposa la estaba cantando!, lo cual me dejó sorprendido sobremanera. No pude evitar irme a trabajar sin hacerle la pregunta: ¿Conoce usted esos cantos?, a lo cual me contestó: Si claro, cuando eramos niñas mi hermana y yo ibamos todos los días a la iglesia de nuestro vecindario; ¿¡en serio!? -le contesté con cara de asombro, es que yo también asistí a una iglesia cristiana cuando era niño, también conozco esos cantos -proseguí. No sabía que usted conocía esas alabanzas. Claro, nunca habíamos abordado ese tema desde que nos casamos, era la primera vez, fue toda una bomba para mí.
Hice una pausa y le pregunté mirándola a los ojos: ¿Y por qué no me lo había dicho antes? ¿Por qué no me había dicho que había sido cristiana?, de haberlo sabido desde antes hubiéramos ido a una iglesia, a lo que me interrumpió: Porque estaba esperando que de usted saliera la iniciativa -exclamó.
¡Guao! dije en mi corazón, hacía aproximadamente un mes atrás yo había estado experimentado el trato de Dios conmigo en lo más profundo de mi ser. Por lo que se había despertado en mi, una sed de Palabra de Dios, y había estado orando pidiéndole a Dios que me concediera encontrar un lugar donde congregarme. Pero esa etapa la narraré en otro capítulo.
Esas palabras de mi esposa fueron la mecha que encendió mi determinación por planear en serio y en familia buscar una iglesia donde congregarnos. -Así que le dije: ¿Qué le parece si a partir del 1 de enero del próximo año nos tomamos como primer punto de agenda la salvación de nuestra alma, y buscamos una iglesia donde congregamos?, a lo cual ella afirmó con alegría: Está bien!; entonces le dije: Prioridad para el próximo año "La salvación de nuestras almas". Esa conversación ocurría un 26 de diciembre.
A todo esto mi vecina no se daba cuenta lo que estaba ocurriendo en nosotros; estoy perfectamente convencido que no fue la vecina, sino Dios en su llamamiento usó ese canto para llamarnos. La letra de ese canto es una confesión de fe que influyó en nosotros para tomar en serio que teníamos que volvernos a Dios.
La mayoría de veces no logramos medir los efectos que tienen nuestros actos en las demás personas; de ahí que bien podemos ser de bendición o maldición para ellas. Para el caso, estoy seguro que mi vecina ni cuenta se dio, que ese canto fue para nosotros la bendición que hizo despertar nuestra conciencia, y fue la mecha que encendiera el fuego de Dios en nuestras vidas.
Estoy convencido que Dios tiene un trato especial con cada uno de nosotros, un día y una hora señalados para su llamamiento; por eso querido amigo y amiga, cuando Dios le motive a buscarle, no dude en venir a Él, porque en su palabra está escrito:
"Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera." Juan 6:37; y también dice: "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano." Isaías 55:6.
Probablemente usted es un hijo o hija de Dios, y procura servirle a Él evangelizando a las personas que no conocen a Jesús como lo manda su Palabra; pero no olvide que a veces, una alabanza, una frase, quizá una notita, o hasta un folleto por pequeño que sea, puede ser el fósforo que Dios está esperando que usted encienda para llegar al corazón de las personas.
El pastor Mario Vega cuenta en su testimonio, que fue un pequeño folleto sobre una mesa, lo que despertó en Él curiosidad por escudriñar en la Biblia sobre los mandamientos del Señor, sin ser él un verdadero cristiano; ahora es uno de los predicadores que Dios ha usado para testimonio a muchas naciones.
"Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié." Isaías 55:10-11 (RV1960)
¡Sigamos adelante proclamando las buenas de salvación, nunca sabremos hasta dónde Dios llegará al corazón de las personas por el esfuerzo que usted hace.
Espero que este relato haya sido de bendición para su vida.
¡Que nuestro Señor Jesucristo le guíe y bendiga!
http://stanleygomez.blogspot.com
4 comentarios:
Así es estimado hermano, no hay que desaprovechar ni un segundo de nuestra vida para dar tesimonio. Como decía Pablo a Timoteo: "que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo" 2 Tim 4:2
Y esto nos enseña que no existe un "buen momento" para predicar y uno "malo". Siempre es buen momento para decir: Jesús te ama!
Anwa
Amen hermana... Gracias por su comentario. Dios le bendiga
Wow enserio me conmueve su version, sabe a mi me ha pasado muchas veces algo asi pero no logro concretar lo que usted resolvio muy rapido, que debería de hacer muchas veces me encuentro con personas desconocidas q me invitan a asistir a la iglesia pero no se que hacer, usted me podra ayudar Mr. Stanley?
BENDICIONES
Estimado Ernesto, somos creación de Dios (Génesis 2:7); por tanto, llevamos la chispa divina dentro de nosotros; esa es la razón por la que todo ser humano puede experimentar un vacío en su vida, vacío que sólo Dios puede llenarlo.
Si siente en su corazón el deseo de asistir a una iglesia, sin duda que es Dios quién le está motivando. La Biblia dice que Él es quien produce el querer y el hacer (Hechos 16:14). También dice que sus ovejas oyen su voz (Juan 10:27). Creo que Dios lo llama Ernesto, ya que en ocasiones usted me ha manifestado su deseo de ir a la iglesia.
Avíseme cuándo, y hago un viaje especial, y pasaré por usted para llevarlo a la iglesia. Sólo me da las coordenadas. Estaremos en contacto al celular ya tengo su número.
Estoy para servirle.
Dios lo bendiga.
Stanley Gómez.
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