Dios ministra en la alabanza, vea por qué.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Cierto día un predicador amonestó a los organizadores de un evento evangelístico porque demasiado tiempo se tomaron los grupos de alabanza y redujeron el tiempo para la predicación, al final se convirtieron a Cristo alrededor de unas 10 personas, ¡gloria a Dios!

En otra ocasión me invitación a un concierto de alabanza, pero esta vez no hubo espacio para un predicador, al final del evento 92 personas vinieron a Cristo como resultado de ser ministradas por El Señor, ¡exaltado sea!

En las iglesias, muchas personas durante el servicio de cantos y adoración, se dedican a compartir con algún hermano o amigo alguna bebida y comer algo en el cafetín, mientras el pueblo de Dios alaba y adora; otros simplemente como el caso de muchos servidores se nos va el tiempo recopilando datos y llenando informes, o simplemente conversando con algún otro hermano, y esperamos hasta que el predicador sube al púlpito para ingresar a escuchar La Palabra. Esto no debe ser así.

A mi juicio personal, los cantos y la adoración es lo que nosotros damos al Señor; la predicación, es el consejo que El Señor nos da a nosotros, y debemos atesorarlo para ponerlo en práctica.

Durante este espacio podemos adorar, llorar y echar todas nuestras dolencias delante la presencia del Señor, y pedir fortaleza y protección por algo que nos aflige y preocupa. Por esta razón, no comparto la frase de los que dirigen la alabanza en el púlpito cuando al finalizar su tiempo dicen: "Ahora viene lo mejor, La Palabra de Dios"; y ciertamente nada se compara a ella, pero también debemos recordar que todo tiene su tiempo, y su razón de ser, y lo que acabamos de dar a Dios no es ni más ni menos que adoración, por tanto no es menos importante. Sin embargo, todo es necesario.

Fuí sanado de una enfermedad que padecí por más de 30 años mientras adoraba. Durante el espacio de adoración recibimos fortaleza y Dios muchas veces me ha quitado mis temores cuando algo me afligía y preocupaba e invoqué su ayuda y protección. Por eso es importante no distraernos y mantener los ojos cerrados durante el servicio. Gracias a Dios por los servidores que siempre están atentos a que podamos gozarnos mientras cerramos nuestros ojitos.

Conclusión, no precisamente sólo porque haya un predicador Dios salvará a las personas, aunque siempre lo hace y gracias a Dios por ellos. Pero es necesario inculcar en nuestros hijos y jóvenes el valor de alabar y adorar a Dios en los servicios. Pueden cantar canciones cristianas, y pienso que todos podemos hacerlo, pero sin descuidar la alabanza y adoración a Dios, que es algo mucho más especial al momento de estar en un servicio.

En la Biblia encontramos:

"Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel." Salmo 22:3

"Cantad a él, cantadle salmos;
Hablad de todas sus maravillas." 1 Crónicas 16:9

"Cantad a Jehová toda la tierra,
Proclamad de día en día su salvación." 1 Crónicas 16:23

Si desea conocer en qué partes de La Biblia se habla de por qué debemos cantar y alabar a Dios, click quí.

En el siguiente post, hablaré sobre algo parecido.
¡Que Dios les bendiga!
http://stanleygomez.blogspot.com

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